La ciudad de Cremona se encuentra en la región sur de Lombardía. En el siglo XVII se la comenzó a reconocer por el crecimiento de luthiers, artesanos que construyen, ajustan o reparan instrumentos de cuerda frotada y pulsada como los violines, contrabajo, guitarras, etc. Entre las familias famosas de luthiers están los Stradivari que fabricó alrededor de 2000 violines durante dos generaciones. Cuenta con una escuela oficial de luthiers ubicada en la Plaza Marconi.
La Plaza del Municipio, reúne el Torrazzo, el Duomo, el Baptisterio, el Palacio del Municipio y la loggia dei militti. En la Catedral (el Duomo) se representa el arte lombardo, comenzada primero con estilo romántico pero luego de sucesivas modificaciones le introdujeron partes góticas y renacentistas. A la izquierda de la misma se puede apreciar el Torrazzo, un campanario de 112 metros que resulta de la superposición de distintas estructuras que permiten observar desde su mirador el panorama de la ciudad y del Río Po. El Palacio del Municipio, creado en el siglo XIII, mantiene su estructura medieval intacta a la cual solo se le modificó las bahías que tenía por ventanas rectangulares y las terracotas añadidas durante el renacimiento. Otros lugares importantes lo compone el Teatro Ponchielli, un teatro histórico construido por el arquitecto Luigi Canonica en 1806 sobre las ruinas del antiguo Teatro destruido por el fuego. Ofrece una amplia e importante cartelera con prosa: operas, conciertos y música de gran calidad.
Los 4 museos más visitados son el Museo Cívico “Ala Ponzone” con más de 2000 obras expuestas en sus habitaciones. El Museo Arqueológico de la Iglesia de San Lorenzo que pertenecía al monasterio. El Museo de Historia Natural que expone colecciones científicas naturistas excepcionales. El Museo de la Civilización Campesina, un establo antiguo que es testimonio de la granja de “Cambonino Vecchio” en la cual puede observarse la arquitectura de la época y los objetos relativos a los trabajos ligados a la reproducción.
La cocina cremonesa se caracteriza por los sabores de la tradición agrícola sobre todo por los embutidos y los quesos de excelencia como el Salame Cremona IGP, el Provolone Valpadana, el Grana Padano, el Cotechino Vanilla, el famoso salchichón aromatizado con ajo, el Culatello (jamón de brazuelo) y todos los productos procedentes del cerdo. También son estrellas de esta cocina la mostaza, el turrón y de los Marubini (tipo de pasta rellena). Se pueden encontrar productos de denominación comunal que son aquellos ligados a la tradición y la historia de la ciudad.
El atractivo de la ciudad no sólo lo hace su historia, su cultura y su gastronomía sino también las tiendas antiguas y tradicionales. Casi todos los domingos se puede apreciar un mercadito temático con distintos expositores que ofrecen productos biológicos artísticos, objetos antiguos y de colección.
