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El 10 pidio perdon a Potito Starace.

Uno de los episodios más tristes del ATP de Buenos Aires 2008 fue el de las agresiones de Maradona a Starace, durante el partido entre el italiano y David Nalbandian. Ahora se amigaron a partir de un gesto del argentino
El tenista italiano Potito Starace visitó el mes pasado la Argentina para disputar el ATP de Buenos Aires y se retiró con dolor, no tanto por la derrota ante David Nalbandian en cuartos de final, sino por los insultos que le propinó desde la tribuna su máximo ídolo futbolístico, Diego Armando Maradona.

El argentino se retractó -por medio del envío de una camiseta autografiada- de su reprochable actitud, con la que molestó a Starace durante todo el partido al alentar fervorosamente a su compatriota.
Aquel partido lo ganó el cordobés en tres reñidos sets.

Durante toda la semana, el tenista italiano, hincha del Nápoli, había manifestado su intención de conocer a Maradona en persona, luego de haberlo visto jugar con la camiseta de su equipo cuando era chico. Por eso su desilusión final, que llegó al punto de querer devolverle los insultos con un raquetazo durante el juego y de negarle el saludo ya en la zona de vestuarios. Luego comentaría: “Le dije al árbitro: `o lo calla o le doy con la raqueta en los dientes`”.

Ahora que pasó el tiempo y con la camiseta de la Selección Argentina en sus manos, los ánimos bajaron y cambió el humor de Potito. Al intentar explicar la desilusión por la situación vivida en el court central del Buenos Aires Lawn Tennis Club, Starace deslizó: “Es que lo había aplaudido tantas veces, de chico, cuando jugaba en mi Napoli. Pensé tantas veces en darle la mano…”.

Y prosiguió: “No conozco en persona a Diego, me dijeron que es arrogante y que en el tenis hincha por su amigo Nalbandian. Ciertamente eso que hizo está mal y más porque es Maradona, pero después me explicaron que estaba particularmente excitado por ese partido. Y si se disculpa por el suceso, esta fea historia termina aquí”, le dijo el tenista a la prensa.

“Si vuelvo a jugar en Buenos Aires y de verdad me invita a comer a la casa, iré”, concluyó. Por lo visto, Starace no se lleva bien con los rencores.
El 10 y Potito hicieron las paces,el tenis y el futbol, unidos por la misma pasion,la camiseta del Napoli.

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